Ya tenemos el plan de lectura bíblica para este año que comienza, e instamos a todos nuestros lectores a dedicarle unos minutos al día a la lectura de la Palabra de Dios, logrando así leerla completa durante los próximos doce meses.

El enlace está arriba en la barra horizontal donde dice: “Audio Biblia – Biblia en un Año”

El sitio que hemos escogido para los enlaces de la lectura de la Biblia en un año ha sido amen-amen.net, que ofrece, en muchos casos, una reproductora donde se puede ir escuchando mientras se lee. Se utilizan dos versiones, la RV1960, seguida del mismo texto sin la división numérica, y el texto paralelo de la versión NVI con y sin división, para satisfacer las preferencias del lector.

Con los avances tecnológicos aumentan las responsabilidades de la sociedad, así como las del cristiano, poniendo de manifiesto el verdadero amor por nuestro salvador Jesucristo. Moisés nos sigue hablando, los profetas nos señalan el camino, el Sermón del Monte calma nuestra angustia, Pablo y Bernabé nos siguen predicando, y nosotros, los lectores del Rincón, nos reuniremos aquí todos los días para escucharles.

¿Por qué debemos estudiar la Biblia, leerla diariamente, grabarla en nuestra mente y memorizarla?

Porque es la única manera de conocer a Dios, de entender Su voluntad y de aprender a creer en Sus promesas.  Porque los incrédulos, la televisión, los libros, las revistas y las películas nos desafían de mil maneras y colocan nuestra fe en tela de juicio.  Por eso es que tenemos que estar preparados, seguros de lo que creemos, porque pecamos contra Dios cuando guardamos silencio por no ser capaces de defender nuestra fe.

En la Biblia encontramos la bendita promesa de que el que cree en el Hijo de Dios vivirá para siempre.  También encontramos allí que el que no cree en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios será sobre él.

En la Biblia encontramos al Salvador viviente, resucitado y glorificado, que trae perdón, paz, gozo y seguridad a todo el que, después de arrepentirse de sus pecados, pone su fe y confianza en Él.

En la Biblia encontramos instrucciones para nuestra vida diaria en la ley que Dios nos dio.  Y en la Biblia encontramos nuestro supremo bien que es conocer a Dios, ser como Él, amarlo, glorificarlo y vivir con Él para siempre.

Ya terminamos de leer el libro del Santo Evangelio según San Lucas.  Para el mes de Octubre, que comienza mañana, comenzaremos a leer La Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos.  Leeremos los capítulos del uno al ocho.

No olvidemos nunca la recomendación del apóstol Pedro.  (1Pd. 3:15)

“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.

Nos gustaría que nos comentaran cómo les va en la lectura del sagrado Libro.

Los cristianos conocemos nuestra responsabilidad de llegar al mundo con el mensaje de salvación.  El mismo Jesucristo nos exhortó a proclamar el Evangelio. (Mt. 10:27)  Y al mismo tiempo que lo proclamamos, tenemos que defenderlo, dando razón de nuestra fe, ese es un elemento esencial en nuestro testimonio.

El apóstol Pedro recomendaba a los creyentes: “estad siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia, a cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. (1P. 3:15)

Es imprescindible el conocimiento de la palabra de Dios para poder convencer al mundo y para enseñar la verdad de la Palabra de Dios.  El Apóstol decía a Timoteo:  “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”  (2Tim. 4:2)  Para hacer eso, necesitamos el estudio continuo de la palabra de Dios.

Por eso queremos pedir a nuestros amigos del Rincón de Amistad, que se unan a nosotros en la lectura de la Biblia. En el mes de Septiembre, que comienza mañana, continuaremos la lectura en el Santo Evangelio según San Lucas, los capítulos del 17 al 24.

Dios les bendiga poniendo en el corazón de cada uno de nuestros amigos, el deseo de estudiar Su Palabra.

Queridos amigos, mañana es el último día del mes de julio y comenzaremos en agosto leyendo los capítulos del 9 al 16 del Santo Evangelio según San Lucas.

Recordemos que tenemos todos los recursos necesarios en la palabra de Dios para el crecimiento espiritual, y es triste que no los usemos y nos quedemos siempre sin crecer en la fe.  Porque el crecimiento, además de ser tan necesario, es un mandato.  El apóstol Pedro ordenó:  Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.2 Ped. 3:18  Mientras estudiamos fielmente Su palabra, Dios  nos permite crecer y “somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza como por el Espíritu del Señor.  2Co. 3:18.

El apóstol Pablo pedía que los creyentes crecieran “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo’  (Ef. 4:13)

Cuando el cristiano no profundiza en el conocimiento de Jesucristo y Su santa Palabra, dijo Pablo que es “llevado por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error”. (Ef. 4:14)  Quiere decir que cuando no estudiamos la Palabra, somos más vulnerables al error doctrinal.  Abundan  diferentes ideologías, filosofías religiones y todo tipo de artimañas engañosas.  Y la obra de Satanás es cegar a las personas  y engañarlas.  La única manera de vencer a Satanás es siendo fuertes en el conocimiento de las Escrituras.  Y a medida que maduramos y crecemos somos capaces de interpretar correctamente la palabra de Dios.  De esa manera estaremos fundados en la roca firme de los siglos, que es Jesucristo.

Para tener un crecimiento espiritual genuino, sigamos la recomendación del apóstol Pedro:  “Dejando pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos y envidias y todas las detracciones, desead como niños recién nacidos, la leche espiritual sin engaño, para que por ella crezcáis en salud”.  1Ped. 2: 1-2

Jesús prometió a sus discípulos: “El Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho”. Si queremos que el Espíritu de Dios nos recuerde Sus enseñanzas en el momento de peligro, tenemos que guardarlas en nuestro corazón.

Es nuestro deber como hijos de Dios escudriñar la verdad en las Sagradas Escrituras, día tras día, estudiando diligentemente, ya que tendremos que responder a Dios por nosotros mismos. Además, el conocimiento de las Escrituras será un arma poderosa contra Satanás.

George Miller, escribió: “El vigor de nuestra vida espiritual guardará proporción exacta con el lugar que ocupe la Biblia en nuestra vida y nuestros pensamientos… Grande ha sido la bendición que he recibido del estudio consecutivo, diligente y diario. Considero día perdido aquel en que no haya dedicado tiempo suficiente a la Palabra de Dios”.

Cuando sintamos que las tentaciones son irresistibles y que los problemas son demasiado graves, es que hemos descuidado la oración y el estudio de la Biblia y no podemos traer a la memoria las verdades que necesitamos.

Luchemos por amar la lectura de la Palabra de Dios hasta sentirnos embelesados por su belleza. Que sus promesas nos animen y vigoricen y sus advertencias nos llenen de temor santo, sintiendo con el Salmista: “En mi corazón he guardado Tus dichos, para no pecar contra Ti”.

Queridos amigos del Rincón, que cada mes se unen a nosotros para crecer en gracia y conocimiento de Dios.  Y los que no se han decidido, todavía están a tiempo. Queremos avisarles que el día primero de julio comenzaremos leyendo los capítulos del 1 al 8 del Santo Evangelio según San Lucas, y los leeremos todas las veces que podamos durante el mes.  Dios les bendiga.