
-Enviado por Caridad Krueger
Están dos viejitos sentados en la mesa del comedor, el viejito de unos ochenta y pico de años le dice a la esposa:
– Quiero mi desayuno, y presta atención, pues a ti todo se te olvida, ya estás senil. La viejita le responde:
– El olvidadizo eres tú, pero dime qué quieres. El viejito le dice:
– Quiero… Continuar leyendo...