Alguien me dijo que el Satán del que habla el libro de Job no puede ser Satanás. Por favor, explíquenme en qué se basan para decir eso.

Amigo, gracias por tu inquietud. Aquí hay dos cosas a considerar, una semántica y la otra teológica. Respecto a la primera, la palabra Satán no es un nombre propio, sino un nombre que en hebreo significa adversario o enemigo. En Números 22:22 la versión Reina Valera dice que el “ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo”, refiriéndose a Balaam con el asna. La Biblia hebrea dice que “se puso en el camino ‘ha satan’”. “Como un satan, es decir, un adversario. Casi todas las versiones bíblicas escriben Satán con mayúscula, para que lo veamos como un nombre propio, pero en realidad no lo es. En hebreo es ‘ha satan’, o “el adversario”. El nombre hebreo satan se halla en la Biblia hebrea unas nueve veces. Algunas veces se refiere a algún adversario de guerra, o príncipe o rey. Hay unas cuatro veces en que se usa ese nombre para referirse a algún ser perteneciente al mundo espiritual, como es el caso de Zacarías 3, por ejemplo. Siempre debemos ser muy cuidadosos para impedir, en la medida en que nos sea posible, que nuestra cosmovisión influya en nuestra manera de razonar las cosas. Sí es cierto que Job no menciona al diablo, o a la serpiente antigua o a Satanás, pero deducir de ahí que el “satán” del que habla Job no puede ser Satanás ya es llevar las cosas un poco lejos.

La segunda consideración, la teológica, es mucho más complicada y no vamos a adentrarnos en todas sus ramificaciones aquí. Sólo nos limitaremos a decir que para los que creen que Satanás no puede ser aquel ser espiritual del que Job habla, porque ha sido arrojado del cielo y se arrastra como serpiente, sería muy difícil para ellos justificar esa idea ante Apocalipsis 11:10, la tentación de Jesús y el hecho de que hubo un intercambio, una comunicación entre ambos. En términos teológicos no vemos razón bíblica alguna para pensar que Job no esté refiriéndose a Satanás.

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