¿Qué tal si la singularidad espacio-temporal de un agujero negro resulta ser el lugar donde irán eternamente los malvados? Esa gran ‘sima’ de la que habla Lucas 16:26 ¿cabrá la posibilidad de que sea la entrada a un agujero negro a partir del horizonte de sucesos, desde donde nada puede escapar?
Amigo, esa sería una pregunta que podría hacérsele a algún físico teórico cristiano, o algún astrofísico cristiano, sólo para ver qué pueden especular ellos. Es posible que no vean una conexión o relación entre el infierno y el agujero negro, desde una perspectiva científica cristiana. Lo que sí debemos asegurar es que no pasaría de ser especulación, y hay que tener cuidado con alimentar elucubraciones que luego se tornen en doctrinas cristianas, como ha pasado lamentablemente tantas veces. Nada que sea extra bíblico debe convertirse en creencia tradicional o dogma. Eso es muy peligroso.
De la misma manera podemos decir que preguntar y ser curiosos no tiene nada de malo, y hasta podríamos hacer algún análisis en muchos casos, siempre que lo hagamos conscientes de que si no está en la Palabra de Dios, no es ni puede ser un dogma.
Sobre los agujeros negros, la ciencia sabe muy poco acerca de la singularidad. Sólo se sabe que no hay alguna magnitud física que se le pueda atribuir a la materia cuando se trata de la singularidad gravitatoria, pues esa singularidad es infinitamente más pequeña que la propia materia. En caso que fuera ese infierno del que hablas podría argumentarse que no es el cuerpo de carne y huesos el que vivirá eternamente, ya en el infierno o en el cielo, sino que será un cuerpo espiritual. Por otro lado habría una gran dificultad con el hecho de que el infierno eterno es una realidad futura, a partir del juicio final. Y los agujeros negros son una realidad actual y que observamos en el universo. También podríamos entrar en cuestiones filosóficas sobre el concepto del tiempo y lo que significa esa realidad ‘futura’, pero entraríamos en un entramado casi que interminable.
Es verdad que hay un fenómeno en el universo llamado agujero negro. Y que ese fenómeno es tan masivo, tan pesado, tiene tanta gravedad, que para escapar a su gravedad habría que viajar mucho más rápido que la luz, y eso es imposible, por lo que la propia luz no puede escapar de sus garras una vez haya atravesado su horizonte. Es posible que ese fenómeno sea un reflejo de la realidad que le espera al que haya muerto sin Cristo, pues toda la creación es un reflejo de una realidad futura, cuando Dios restaure todas las cosas. Luego conoceremos todo tan bien, que miraremos retrospectivamente las maravillas de todo lo que Dios creó y por qué lo creó.
Todo sirve a un propósito. Nada sucede al azar. La hoja que se desprende de un árbol, el diminuto pajarito que muere de hambre en un lugar solitario, donde nadie lo ve, el gemido del alma desconsolada de una madre que pierde a un hijo. Todo, absolutamente todo, tiene un propósito.
¡Y ese propósito es la gloria de nuestro Dios y Salvador Jesucristo!
Excelente reflexión. Seria bueno que si durante siglos la humanidad tenia en mente la idea de que el infierno estaba al interior de la tierra , en este siglo XXI la humanidad debería mirar al espacio y pensar que el infierno esta allá afuera del planeta.