Es propio de las personas conocernos unos a otros, pero no podemos conocernos a través de un solo encuentro, tiene que haber trato duradero y compañerismo para lograr el pleno conocimiento. La amistad de Dios la podemos cultivar como la de cualquier persona. Te invito a que te acerques a conocerlo más. Cuando somos desinteresados y vivimos una vida fría y mecánica, Jesucristo nunca se manifestará a nosotros. A Él le tenemos que agradecer que haya puesto en nosotros el deseo de buscarlo. Cuando somos regenerados, ese es el principio para comenzar en la búsqueda de Dios, y cada día tiene que ir en aumento, hasta tener una estrecha relación en la búsqueda de la vida espiritual.
“Esta empero es la vida eterna, que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado”. (San Juan 17:3)
Moisés ya conocía a Dios, pero quiso conocerle más: “Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, ruégote que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, porque halle gracia en tus ojos”. (Éxodo 33: 13)
¿Y qué diremos de la vida de David? Fue un torrente de deseos espirituales. En sus salmos encontramos abundantes clamores del que busca, así como las exclamaciones del que encuentra. Pablo afirma que el más grande deseo de su corazón era hallar a Cristo: “Y ciertamente, aun reputo, todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar a Cristo”. (Filipenses 3:8)
“Gustemos cuan dulce y grato es conocer a Dios cada día más”.
Melera,
Hay un himno precioso que yo tocaba que Se titula «quiero conocerte mas» y mientras mas le conocemos mas lindo lo encontramos ! Que Dios te siga bendiciendo.