“E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie, y vio Dios que era bueno” (Génesis 1: 25).
Esta es la historia de un grillito que soñaba con vivir en el bosque. Este grillito saltarín del que te hablo, quería hacer del bosque un lugar lleno de alegría, con sonrisas y todo, y quería que hubiera mucho helado de chocolate, para él comer todo lo que quisiera. También le gustaba cantar Cri-cri, cri-cri. Hay niños que oyendo su música quedan dormidos, pero no fue así con Ernestico, que como era tan pequeñito, no sabía que los insectos no son para comer. Y un día, estando al acecho, cuando vio al grillito saltando, lo tomó con sus lindas manitas y se lo llevó a la boca. Ya se disponía a comérselo cuando una de sus hermanitas le metió el dedo en la boca para salvar al grillito, y haciendo una mueca en su carita le dijo:
-Mi querido Ernestico, los grillos no son un alimento para los niños.
De esa manera, libró de la muerte al grillito saltarín. Y éste, agradecido, comenzó su canción de Cri-cri, cri-cri. El niño oyó su canto y reía de placer después de haber aprendido una buena lección. Desde ese día comenzó a tratar con cuidado a los insectos, al igual que a los demás animalitos.
Hoy te invito a ir tras un grillito para que te rías viéndolo saltar y para que lo cuides.
Hermanita Merari,
Que lindo cuento, lo guardare muy cerca de mi corazon para leerlo a otros ninos por aca y al mio propio. Los ninos son exploradores desde muy pequenos y esto es una linda manera e ilustracion de como pueden aprender acerca de todos los otros amiguitos que forman parte de la naturaleza.
Gracias, 🙂
Que haya bendicion,