-Enviado por Caridad Krueger
Este era un joven que se encontraba en el último año de la escuela superior, así es que le dijo al padre:
-Papá, ya estoy al terminar la escuela y quiero que me regales un carro.
-Bueno -le dijo el padre- pero tienes que cumplir ciertos requisitos. Primero tendrás que asistir más a la Iglesia. Segundo, tienes que mejorar tus notas y tercero te tienes que cortar ese pelo largo.
-Está bien. -le contestó el muchacho.
Al cabo de unos tres meses, el chico le dice al papá.
-Bueno viejo, como ves estoy asistiendo a la Iglesia con regularidad, y mis notas han subido.
-Es cierto -le dijo el padre- Pero todavía tienes el pelo largo.
-Bueno viejo yo he pensado que Moisés tenía el pelo largo, Sansón también tenía el pelo largo y en los tiempos de Cristo también tenían el pelo largo. A lo que el padre contestó:
-Es cierto hijo ¡es por eso que ellos caminaban!
Era el día de los enamorados, y esta señora, se levantó a prepararle el desayuno a su esposo, al mismo tiempo se dijo: "¿Qué me habrá comprado Juan por este día tan especial?" Pero el esposo se tomó su desayuno y se fue a trabajar. La señora, toda la mañana se la pasó pensando: “Tal vez se olvidó, pues él es un poco despistado…”.
Pero se le ocurrió una idea, a la hora del almuerzo, llamó a su esposo y le dijo:
-Amor, me acosté a tomar una siesta, y tuve un sueño muy bonito, soñé que me habías regalado un anillo de diamantes, ¡estaba precioso! A lo que el esposo respondió.
-¡Ah! Mira qué casualidad, yo te compré un regalo relacionado con tu sueño.
La señopra se puso muy contenta, llamó a sus amigas y les dijo:
-¡Creo mi esposo me compró el diamante que tanto he querido!
Al llegar la tarde, le cocinó a su esposo su comida preferida, ella se puso muy elegante, y en eso el esposo entra por la puerta. Ella con disimulo, miró sus manos, pero se dio cuenta que el paquetito, envuelto en un fino papel, no era tan pequeño, era más o menos de forma rectangular. Enseguida se dijo: ¡Ay, qué esposo tan bueno, en vez de un anillo me ha comprado un collar de diamantes! Se acercó al esposo y le dijo:
-Amor, ¡he esperado este momento todo el día!
El esposo le entrega el paquetito, y cuando lo abre, era un libro titulado: "Conozca el significado de sus sueños”.
Me hacía falta la terapia de la risa que viene muy bien de vez en cuando 🙂 Gracias Caridad por enviarnos estos chistes tan simpáticos.
Besitos