-Por Caridad Krueger
Josué llevó a los israelitas a la tierra de Canaan, la conquistaron y dividieron la tierra entre las 12 tribus. Cuando los israelitas se establecieron en esta tierra, se sentían confortables, aunque los cananitas aún vivían ahí e influenciaron a los israelitas a adorar ídolos, además de ir en contra de la ley de Dios. Ellos se alejaron más y más de los caminos de Dios y debido a su desobediencia, Dios les envió opresión de parte de las naciones alrededor, entonces, clamaron a Dios, se arrepintieron y El Señor les envió un juez para salvarlos militar y espiritualmente, esto sucedió repetidas veces, en cada generación.
La Palabra de Dios nos dice que los hijos de Israel continuaron "haciendo lo malo en los ojos de Dios" así es que Dios los entregó a Jabín, el rey de Canaan, el general de su ejército era Sísara, un hombre malvado, entonces los israelitas clamaron a Dios, porque el General Sísara tenía 900 carros herrados y habían afligido a los israelitas por 20 años. Previamente, hubo dos opresores, Aran y Moab y dos Jueces, Otoniel, hijo de Cenez, y Aod, hijo de Gera. En esta nueva era de sufrimiento, se levantó Débora, una profetiza que apareció por el año 1125AD. La posición de Juez no es muy común para una mujer israelita, en aquellos tiempos, estas actividades eran en general para los hombres, por eso es sorprendente que los israelitas la aceptaran. Todo esto ha cambiado notablemente hoy en día, en la Corte Suprema de Justicia hay una jueza judía.
Débora, que quiere decir "Abeja" en hebreo, su historia se cuenta dos veces, en el libro de los Jueces en los capítulos 4 y 5.
De Débora no se sabe mucho, sabemos que estuvo casada con un hombre llamado Lapidot que quiere decir "Antorcha". Esta gran mujer, fue obviamente aprobada por Dios. Ella tenía habilidades de líder y el discernimiento que El Señor le otorgó a Débora fue sin precedentes.
Su historia debe servirnos de ejemplo como mujer y como esposa, por ella aprendemos que Dios puede realizar grandes cosas, es un ejemplo de lo que una persona puede lograr cuando Dios está en control. Débora a diferencia de los políticos de hoy en día, no tenía una oficina elegante, ni recorría los pueblos prometiendo cosas que no iba a cumplir. Ella, dice La Palabra de Dios, "Habitaba debajo de una palma, entre Ramá y Bet-el", en el monte de Efraín, los hijos de Israel subían a ella a juicio. (Jueces 4: 5)
Les exhorto a que lean los capítulos 4 y 5 de Los Jueces, ahí aprenderán cómo Débora, junto a Barac libraron al pueblo de Israel del malvado Sísara, y el ejército cananita. A Débora la llaman "La madre de los israelitas", como ella misma lo afirma en Jueses 5: 7 y como dije antes fue un ejemplo a seguir. Dice La Biblia que la tierra de Israel reposó por 40 años, y que el sucesor de Débora fue Gedeón
Yo siempre he admirado a esta gran mujer, Débora. Es una historia preciosa de la Biblia. Gracias querida Caridad, por darnos de tus conocimientos bíblicos.
Besitos