Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: Si hay virtud alguna, si alguna alabanza:

EN ESTO PENSAD

Leí la historia de una niña de cuatro años, que nació con el síndrome de Smith-Magenis (SMS) un extraño trastorno cromosómico que eleva su umbral del dolor hasta tal punto que no siente si se hace daño.
De acuerdo con información publicada por el diario británico Daily Mail en su edición digital, "su umbral de dolor es tan alto que puede mantenerse en un radiador caliente o tocar un hervidor de agua sin saber que se está quemando hasta que sea demasiado tarde". Por esta razón sus padres tienen que tener un cuidado extremado con ella, inclusive tienen que hasta velar su sueño, pues aun durmiendo puede hacerse daño.

Aunque no nos gusta sentir dolor, entendemos que el dolor es necesario, pues es el que nos avisa cuando hay algo que no anda bien, de esta forma podemos impedir males peores y quizás podemos evitar otros.

Lo mismo sucede con el dolor del alma.  Cuando sentimos ese dolor interno, cuando las lágrimas se congelan en nuestras mejillas, nos damos cuenta que debemos volver a Dios y reconciliarnos con Él. Alguien dijo: “Que en una vida sin penas, acaban por relajarse las cuerdas del alma”. y “que la dolorosa experiencia es la mejor ciencia”.

“Estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario, para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuere manifestado”. “EN ESTO PENSAD”

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