Cuenta una anécdota bastante jocosa de dos camaradas que iban por un bosque cuando de pronto se encontraron con un oso. El más fuerte de los dos, abandonando a su compañero, subió a un árbol en un segundo, el otro se tiró en el suelo y se hizo el muerto. Cuando el oso llegó le olía, pero el hombre contenía su respiración y el oso creyéndolo muerto, se fue. Cuando su compañero bajó le preguntó: “¿qué te dijo el oso al oído?” Y él contestó: “me dijo que no me confiara de los amigos que en la hora difícil nos abandonan”.
Muy simpática la narración y muy oportuna la respuesta del joven que al sentirse herido la inventó en el momento, pues creo que nadie ha podido escuchar a un oso hablando. De todos modos nos servirá de ejemplo desde hoy para escoger amistades que sean confiables, para establecer esa camaradería que es “solidaridad entre personas que tienen intereses comunes”.
El sabio Salomón dijo: “El hombre que tiene amigos debe mostrarse amigo: y amigo hay más conjunto que el hermano”. Hay un antiguo refrán que dice así: “¿Quién es tu hermano? tu más cercano” ¡Claro que sí! Tu hermano es aquel que está siempre cerca de ti y atento a tu necesidad y aunque no les una ningún lazo sanguíneo es alguien en quien puedes confiar.
Pero el más poderoso, amoroso y fiel de todos los amigos, en quien aprendí a confiar desde mi niñez y nunca me ha fallado se llama Jesucristo. Este es su nombre y hoy te brinda su amistad. No lo rechaces.
-Mirtha Almeida
Qué bueno es contar con amigos fieles que no nos abandonen en el momento duro. Y es mejor aun tener al mejor de los amigos, Jesucristo. Gracias Mirtica por compartir con nosotros un tema tan precioso.
Reciba un abrazo cariñoso