Oremos juntos

Esta semana, vamos a unirnos una vez más tomando un tiempo de nuestra atareada vida para encontrarnos con el Señor en oración. Pidámosle que nos fortalezca a través de una conversación santa con él. "Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes" Jeremías 33:3

Pidamos por la paz, la paz que Dios desea para Sus hijos. El Señor ofrece esa paz perfecta a todo el que la pida y el que ame Su ley. “Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo”. Salmos 119:165

Pidamos que podamos ser una fuente de consuelo y fortaleza para ayudar de alguna manera a todo el que lo necesite. “Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos, y mayormente a los domésticos de la fe”. Gálatas 6:10

Oremos por todos los que han pedido la oración en el Rincón de Amistad, para que Dios conteste esas peticiones a cada uno de nuestros amigos.

Pidamos fe para que podamos agradar a Dios y vivir siempre tranquilos y confiados. “Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.Hebreos 11:6

Durante esta temporada de elecciones, vamos a invocar al Señor por Su guía y Su voluntad. "Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia" Proverbios 3:5

Para hacer sus pedidos de oración, vayan a la sección de “Oraciones” que aparece en los enlaces de arriba. Rellenen el formulario y envíen su solicitud para que las demás personas puedan orar por ustedes. También lean las peticiones de todos los que han pedido sus oraciones para que puedan orar por ellos igualmente. Unámonos en oración hoy.

Oremos juntos

Queridos amigos del Rincón de Amistad, hace algún tiempo sentimos la necesidad de pedirles que nos unamos en oración cada semana con algunas peticiones especiales. Dios permita que todos sintamos este mismo deseo de unirnos en estas peticiones porque tenemos la promesa de Jesucristo: “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. Mateo 18:18-20.

No importa qué retos o angustias estemos enfrentando, sabemos que las misericordias de Dios “son nuevas cada mañana. Que esta hermosa verdad nos llene de gozo y esperanza y podamos orar con la seguridad de que seremos escuchados por nuestro Padre celestial.

Glorifiquemos a Dios por su santa Palabra: “La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma: El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón: El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos”. Salmos 19:6-8.

Oremos por los presos: Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos sois del cuerpo”.
Hebreos 13:2-4.

Oremos por los enfermos: “Y los envió á que predicasen el reino de Dios, y que sanasen á los enfermos”. Lucas 9:1-3.

Por nuestros familiares inconversos: “El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad”. 1 Timoteo 2:3-5.

Para hacer sus pedidos de oración, vayan a la sección de “Oraciones” que aparece en los enlaces de arriba. Rellenen el formulario y envíen su solicitud para que las demás personas puedan orar por ustedes. También lean las peticiones de todos los que han pedido sus oraciones para que puedan orar por ellos igualmente. Unámonos en oración hoy.

Testimonios del poder de la oración

image – Por Abel Baracaldo Barrera

Nuestro hermano el Doctor Abel Baracaldo Barrera, vive en Cuba. Él fue director de un hospital de maternidad en la ciudad de Sancti-Spíritus y actualmente trabaja en otro hospital en la Habana, pero más que todo eso es un siervo de Dios que comparte su fe y el testimonio de nuestro Señor Jesucristo.  Tiene incontables testimonios del poder de Dios obrando a través de la oración y está dispuesto a compartirlos con nosotros, los amigos del Rincón de Amistad.

Gracias a mi Señor que tiene todos los recursos del cielo para hacer que brille la luz de Cristo en nosotros y nos hace sentir gratitud por su rescate a diario…

Hay una Doctora compañera de trabajo a quien he hablado mucho de la salvación y le he explicado de la necesidad que tenemos de orar. Ella me pidió que le enseñara a orar y después de explicarle, le hablé del Padre Nuestro como la oración perfecta y se lo copié, pero ella lo guardó.

Pasaron años y ella vivía una vida muy alejada de Dios, solo seguimos con una relación de trabajo. Una noche me llamó llorando porque sus hijas estaban con el padre en un viaje que habían dado por una zona de carreteras muy peligrosas y ya era muy tarde y no llegaban. Solo le dije que orara que yo lo iba a hacer también. En breve me llamó muy emocionada porque cuando buscó el Padre Nuestro que yo le había copiado y se arrodilló para orar, en el momento en que terminó, tocaron a la puerta y eran sus niñas…

Hace como un mes, cuando llegué al hospital ella me recibió llorando porque durante la madrugada de esa noche le atendió el parto a una amistad muy querida por ella y al salir la bebé, prácticamente nació muerta. La llevaron intubada con urgencia para la terapia de esos casos en el hospital, con muy pocas posibilidades de salvar la vida, y si la salvaba quedaría, según los pediatras, como un vegetal. Yo solo le dije: “Vamos a orar ahora mismo”. Terminando la oración llegó la otra doctora que había estado con ella en el parto y le dice: “No llores que ya la criatura se está moviendo y se ve mucho mejor.

La niña estuvo ingresada en el hospital durante casi quince días y todos los días el reporte era el mismo: grave, condición crítica con secuelas neurológicas severas. De pronto comenzó a recuperarse de tal manera que se cansaron de hacerle pruebas y la enviaron a la casa tan bien como los que nacen en las mejores condiciones.

Al pasar unos días me vuelve a llamar porque la misma compañera de ella que le había ayudado en el parto de la niña que nació muerta, tenía un tumor en una mama y estaba desesperada y ya le habían realizado un ultrasonido y parecía malo por sus características. Ella le dice: “Oye vamos a orar que el Dios de Abel puede cambar esto, así como cambió la situación de la niña de mi paciente”.

Oraron las dos y cuando fue a hacerse la mamografía, el resultado fue negativo. Ellas las dos me esperaron para contarme este testimonio. ¡Gloria a Dios!

Dios les bendiga hermanos, aquí seguimos orando, esperando en el Gran Yo Soy y cumpliendo con Su encomienda de orar los unos por los otros…

Mis saludos con todo el amor de Cristo, puesto en mí por Su gracia.

 

Oremos por nuestros jóvenes que irán a las escuelas

image Hoy miles de jóvenes estudiantes se encontrarán, algunos por vez primera, en los predios universitarios. Muchos de ellos están a punto de enfrentar fuertes asaltos contra su fe y sus valores morales. Aun cuando tengan una buena relación con Jesucristo, los desafíos y la presión que enfrentarán va a ser un gran reto en lo más profundo de su fe.

Unámonos en una campaña para ayudar a nuestros jóvenes en oración. Que Dios los guíe para que tomen decisiones correctas. Cualquier determinación que tomen influirá no solo en su carrera, sino en su vida toda.

Si tienes jóvenes en tu hogar o entre tus conocidos, trata de influir en ellos hablándoles de una manera positiva. Que piensen en lo que Dios tiene para ellos. Aliéntalos a que lean la Biblia para que fortalezcan su relación con Dios y para que su fe crezca. Regálales una Biblia de bolsillo para que la lleven con ellos.

Líderes y padres: Oremos por nuestros jóvenes.

Joven: Es bueno que estudies, pero siempre ten firme la profesión del evangelio.  Si alguno desea enviarnos su nombre para que lo presentemos en oración a Dios por su nombre, con mucho gusto lo haremos.

Dios bendiga a todos.

Testimonio

orando contigo Los primeros días del mes de julio, la hermana Nieves nos pidió la oración por su hermano Ricardo Ramírez, quien se encontraba en cuidado intensivo. Ahora nos envía estas palabras de testimonio. Todo para la gloria de nuestro Dios.

“Queridas hermanas del Rincón, por este medio les escribo para comunicarles que mi hermano Ricardo Ramírez, por el cual hemos estado orando, está mucho mejor, ya salió del hospital, un poco más recuperado, y yo estoy feliz muy agradecida con ustedes y les envío un extensivo saludo de agradecimiento a cada una de ustedes, mil gracias y que Dios las continúe bendiciendo siempre y sigan llevando ese cariño y sinceridad a todos los rincones del planeta. Gracias hermanas con todo mi corazón”.

-Nieves