Si tienes un pescado que huele demasiado a “pescado”, sumérgelo en un bol con leche por 20 minutos antes de cocinarlo. La leche absorverá los químicos que causan el olor.
Antes de asar un pollo, usa el secador de pelo para deshidratar la piel y hacerla más crujiente.
Tire a unos cubitos de hielo en una olla de sopa que tenga grasa – la grasa se concentrará alrededor de las zonas más frías del caldo, y así podrá sacarla fácilmente.
Ponga los vegetales directamente en el agua helada después de sacarlos del agua hirviendo – esto los mantendrá crujientes y firmes.
A un bistec de carne regular, le echas bastante sal de mar gruesa un rato antes de cocinar, lo lavas y lo fríes y no va a tener nada que envidiarle a la mejor carne.
Si te molesta picar el ajo para añadirlo al aderezo, frota un diente en el interior del bol de la ensalada y ya está.
Añade un chorrito de vino tinto o blanco a las salsas de pasta y verás cuánto mejora el sabor.
¿Las bananas a punto de podrirse? Pélalas y ponlas en el congelador, para luego hacer un sabroso y cremoso helado.
Obtenga el máximo provecho de sus cebollinos colocando el extremo de la raíz en un vaso de agua en un lugar bien iluminado ¡volverán a crecer como por arte de magia!
¿Qué personaje bíblico dijo: “Porque quién comerá y quién se cuidará mejor que yo?
Liccy la respuesta mía es, Salomón y está en Ecleciastes 2:25.
Gracias por estos consejos, me encantan.
Besitos