Agradecidos siempre

“Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto”.  (1Timoteo 6:8)

El Día de Acción de gracias es un tiempo especial cuando familiares, amigos y hermanos en la fe nos reunimos para celebrar las bendiciones que alcanzamos de Dios. Como cristianos, nuestra gratitud no se basa en las cosas que poseemos o las circunstancias, siempre mudables, de nuestra vida, sino que nuestra gratitud está fundada en la Roca de nuestra salvación, Jesucristo nuestro Señor y Salvador. En Él es donde encontramos alegría y propósito, porque corremos esta carrera de la vida “puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús”.

Qué bueno es poder reunirnos un día como hoy, después de agradecer a Dios por sus incontables beneficios, compartir los alimentos con los que amamos. Disfrutar lo que Dios nos ha dado, y agradecer porque tenemos todo lo que realmente importa.

Es triste ver cómo algunos por vivir con tanta abundancia, ya casi no aprecian nada y siempre creen necesitar más. Pero lo que verdaderamente nos debe llenar de gozo y agradecimiento no es tener más, sino apreciar lo que tenemos. Es sentirnos bendecidos cuando tenemos un hogar, alimentos y con qué cubrirnos; es apreciar a las personas con las que Dios nos ha concedido compartir nuestra vida. Si no nos sentimos bendecidos con esas cosas, entonces nada en el mundo será suficiente para que nos sintamos conformes y agradecidos.

Practica el ser agradecido con lo que tienes y disfruta de ello, pasa un rato agradable con algún amigo, estudia la Palabra de Dios y pasa más tiempo en oración y menos en frivolidades. Comparte una comida saludable y preparada con amor con tus seres queridos… alcanza a algún perdido con el mensaje de la redención y encontrarás tu gran satisfacción en Cristo. Cuando se vive la vida con gratitud y aprecio, no se necesita mucho para ser feliz.

Que el Señor les bendiga en este Día de Acción de Gracias. Estamos muy agradecidos de todos los amigos que nos visitan en el Rincón de Amistad.

“Entrad por sus puertas con reconocimiento, por sus atrios con alabanza: Alabadle, bendecid su nombre.  Porque Jehova es bueno: para siempre es su misericordia y su verdad por todas las generaciones”.  (Salmo 100:4)