-Por Caridad Krueger
Queridas amigas del Rincón de amistad, el 22 de Noviembre, se celebra aquí en los Estados Unidos el día de Acción de Gracias. Este día muchas familias viajan a otras ciudades para reunirse con sus familiares para dar gracias a Dios, por todas las bendiciones recibidas durante el año. Para otros, pues es una excusa para reunirse con los suyos y degustar de los sabrosos manjares que se preparan ese día. En mi país natal, no lo celebrábamos como aquí, pero la iglesia católica, celebraba ese día una misa de Acción de Gracias, y ahí terminaba todo. Al llegar a este país, junto con mi familia, nos unimos a esta celebración y vimos con agrado que dedicaban un día para dar gracias a Dios.
¡Cuán agradecidos debemos todos estar de Dios Todopoderoso, por todo lo que El ha hecho por nosotros! Por lo que a mi familia y a mí respecta, le damos gracias al Señor por habernos sacado del mundo del pecado, por habernos traído a tierras de libertad, salvándonos de vivir en un país que sus gobernantes lo declararon ateo. Por cuidarnos, por habernos dado La Santa Biblia; por enseñarnos Los 10 Mandamientos; por el Santo Sábado, por todas las cosas que nos ha dado y que no merecemos… Y mis amigas, todo esto hubiera sido suficiente, pero Dios en su Inmenso amor nos envió a Su Hijo Unigénito para ofrecerse en Sacrificio Perfecto, muriendo en la cruenta cruz, por eso hoy y siempre, mi alma bendice su Santo Nombre. Por eso hoy, Señor, puedo decir como aquel poeta anónimo:
“No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
Muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera”
Gracias Dios mío, mi Salvador, mi Redentor. ¡Gracias mil!