Para felicitar a mi hermana…

Uno de los mejores regalos que Dios ha dado al ser humano es la familia. Desde que naces sabes que perteneces a un grupo especial y que eres parte de un núcleo selecto, no porque sea perfecto, sino porque es tuyo. Los que no han podido disfrutar de este privilegio, o tal vez teniéndolo, no han querido aceptar este gran regalo, menospreciando el privilegio de pertenecer a una familia, son personas que vagan sin un rumbo determinado, y viven con gran desilusión y amargura.

Luego cuando creces y alcanzas la juventud, también llegan a tu vida personas que se convierten en familia por medio de los lazos matrimoniales, tanto los tuyos, como los de tus hermanos. Algunas de estas personas son solamente parientes políticos, o como dicen en inglés, in-laws. Pero otros, se convierten en algo tan intrínsicamente tuyo, que son tan familia como la más allegada que tengas, porque se ganan tu confianza con su bondad, se entran en tu corazón con sus buenas obras y se adueñan de tu afecto con el amor que te prodigan. Llegan a ser tan imprescindibles en tu vida, que si te faltaran, dejarían un espacio imposible de llenar…

Hoy cumple años una persona que llena todas las categorías mencionadas, y algunas más. La conocí cuando éramos adolescentes y aun sin saber que formaría parte de mi núcleo familiar más allegado, le tomé afecto, y formé con ella una linda amistad. Durante muchos años, ha sido parte importante de mi vida. La hermana que no tuve en mi infancia y que Dios me dio en mi juventud, ha sido mi amiga incondicional, mi compañera de proyectos, mi “paño de lágrimas” y en muchas ocasiones, la voz de mi conciencia. Hemos atravesado duros procesos juntas y me he apoyado en ella y me gusta pensar que ella ha podido apoyarse en mí. Hemos compartido grandes alegrías, nos ayudamos mutuamente mientras críabamos nuestros hijos. Me aconseja, me regaña, me ayuda, me acompaña, pero sobre todo me quiere. Y ese amor constante y demostrado, me envuelve de forma especial, y ha sido fuente de bendición en mi vida y hoy que cumple años quiero tomar este tiempo para decirle: Querida Milca, gracias por ser mi hermana y mi amiga durante todo este tiempo. Por todo lo que das, sin esperar nada a cambio, y por todo lo que eres en nuestra familia, y para mí en lo personal, ¡gracias! Deseo que Dios te bendiga y te permita cumplir muchos años más, que puedas ver cada anhelo de tu corazón hecho realidad, y que este día sea el comienzo de un año lleno de salud, alegría y prosperidad, con la bendición de Dios.

¡Feliz Cumpleaños Milca!