El profeta Elías

-Por Caridad Krueger

Hoy les quiero hablar del profeta Elías, en Ingles Elijah, en hebreo, Eliyahu, que quiere decir Jehová es mi Dios. Fue un profeta muy importante, que vivió en el siglo IX antes de Cristo, su historia se encuentra en 1Reyes, los capítulos 17 al 21, y en 2Reyes, capítulos 1 y 2.

De la niñez del profeta no se sabe nada, no sabemos quienes fueron sus padres, aunque estoy segura que eran fieles a Dios, y que criaron al pequeño Elías, en sabiduría de Dios. De pronto en el capítulo 17 de 1Reyes, aparece Elías. Sabemos que era de la ciudad de Tisbi, pues en la versión Reina-Varela le llaman "El tisbita". Tisbi, se encontraba en la región de Galaad, al Oriente del río Jordán.

Su ministerio comenzó en la época del reinado de Acab, hijo de Omir, este rey Acab, hizo lo malo en los ojos de Jehová, mayormente incitado por su mujer Jezabel, una mujer cananea ambiciosa y cruel. Acab, provocó la muerte de los profetas de Israel, esto provocó una gran sequía, por eso Dios envió a Elías, para que profetizara al rey Acab de la gran sequía  que se avecinaba, esto trajo una gran hambruna en la región.
Dios  envió a Elías a esconderse cerca del arroyo, y le dijo: "Beberás del arroyo y los cuervos te traerán carne y pan".

Quero decirles que nosotros tampoco sabemos qué clase de cuervos alimentaron a Elías, pues según los Ornitólogos, los que estudian las aves, hay diferentes clases de cuervos, sé que en Alemania, estas aves están casi extintas en muchas áreas, pues los campesinos los consideraban una plaga, pues creían que estos se comían las semillas de los campos. Hoy en día sabemos que los cuervos prefieren comer ratoncitos y otros animalitos pequeños.

Volviendo a la historia de Elías, fue tan severa la sequía, que el arroyo de donde bebía agua el profeta se secó, aquí vemos de nuevo la mano de Dios obrando, pues era necesario que Elías fuera a Sarepta donde conocería a una viuda. Si el arroyo no se hubiese secado, seguro que Elías hubiera seguido viviendo cerca del arroyo, pues tenía agua y los cuervos lo alimentaban, pero Dios sabía las necesidades de la viuda, al igual que conoce todas las nuestras, la viuda era muy pobre y tenía un hijo enfermo, la pobre no tenia ni qué comer, pero Dios le prometió al profeta que la tinaja de harina no escasearía, ni la botija de aceite disminuiría, y así fue. Debemos destacar que el hijo de la viuda murió y Elías clamando a Jehová tres veces, El Señor escuchó su oración, y el niño resucitó, este es el primer caso documentado de la resurrección de un muerto.

Este gran profeta de Dios realizó muchos milagros, como cuando desafió a los 450 profetas de Baal, Elías les dice de preparar un altar, para sacrificar en nombre de Baal, y el profeta edifica un altar también para sacrificar en nombre de Jehová, pero hace mojar su altar tres veces hasta que se llena el foso alrededor de este, Jehová, acepta el altar de Elías, y este prende en llamas, mientras que el de Baal, no prende llama, Elías los derrota, luego termina la sequía. Todos estamos familiarizados con los muchos milagros de este profeta de Dios, yo solo he querido sintetizarlos.

Algo que quiero destacar, es el abuso de poder de algunos gobernantes, despojando a los campesinos de sus tierras, yo fui testigo de esto en mi país, en la historia de Elías, sucedió algo parecido, pues la mujer del rey Acab, llegó hasta el crimen con tal de despojar a Nabot de su viña, 1Reyes 21. La palabra de Dios condena esta injusticia, como leemos en el libro de Isaías 5:8, y en Miqueas 2:1,2.

Al final, Acab murió y conforme a la profecía de Elías, los perros lamieron su sangre, y reinó en su lugar, Ocozias, su hijo. Elías no conoció muerte, sino que fue levantado en el aire, como un torbellino, y Eliseo, fue su sucesor.

Según Mateo 11:14, el Señor nos dice que Juan el Bautista era “aquel Elías que habría de venir”, de hecho, para reforzar esta creencia, el propio Juan el Bautista, vestía como Elías, (2Reyes,1:8) Elías aparece, en la transfiguración al lado de Moisés, hablando con Jesús, (Marcos 9: 4) Hoy en día el pueblo judío, cuando celebra la fiesta de Pascua (Passover) , en la mesa donde toda la familia se reúne, dejan una silla vacía, esta silla, la tienen reservada para Elías el profeta, pues ellos esperan aún su regreso.