A pesar de tantos adelantos e inventos para producir alimentos, todavía hay una gran parte de la humanidad que pasa tanta necesidad que mantiene a millones, padeciendo hambre. ¡Qué horrible realidad!
Yo recuerdo que cuando era pequeño, hubo una situación terrible en todo el mundo.
Fue a finales de los años veinte. Según he leído en revistas y libros de la época, todo se debió a la quiebra de los bancos. Y a esa situación, la llamaron “La gran depresión”.
Había comida muy barata, pero no había “plata” para comprarla. Todos los artículos eran muy baratos, pero como no había dinero, no los podían comprar. Un trabajador en el campo, podía trabajar de sol a sol y no le alcanzaba el jornal para llevar lo suficiente para el hogar. Casi todos los artículos de primera necesidad, podían adquirirse por centavos…
Yo recuerdo que también así eran los precios que se pagaban por los alimentos, solamente unos centavos. Tengo en mi memoria la imagen de los jornaleros, que trabajaban en el campo, trabajos duros al resisterio del sol, por una paga de diez centavos al día, y a lo sumo, por quince centavos, ¡qué bárbaro! Y muchas veces les pagaban, en lugar de efectivo, con vales que únicamente podían ser usados en la tiendita del dueño de la finca.
La renta de la casa en que vivíamos, era de solamente 3 dólares al mes, bastante amplia y cómoda, ¿increíble? Pero cierto…
Aquellos años de la década de los treinta, fueron pasando y la situación fue mejorando y todo ha cambiado.
En estos más de ochenta años que han transcurrido de la gran depresión del 1929, ha habido grandes cambios y la humanidad ha mejorado en casi todo el mundo. Sin embargo, hay en el Universo, muchos lugares que en este siglo XXI están pasando hambre y miseria.
En parte por los distintos cambios en la atmósfera, y en otros lugares por la decidia y maldad de los malos hombres, es que están pasando hambre y miseria. Especialmente en Africa, donde según las noticias y las fotos que publica la prensa, miles de personas, mueren por falta de lo vital para sostener sus cuerpos.
Sin ir muy lejos, nuestro país ha sufrido y está sufriendo, las consecuencias de la mala administración de doctrinas que han sumido a nuestro a pueblo en una miseria tal, que no había sido vista antes, ni siquiera en la gran depresión.
Un país que lo producía todo y que estaba a la cabeza de muchas naciones, hoy tiene tal miseria, que algunos la comparan con el país más paupérrimo de nuestra América. Y la destrucción de la agricultura y otras industrias son penosas. Las ciudades y los pueblos parecen que han sufrido un bombardeo. Los alimentos, que antes se producían hasta para exportar, han desaparecido. Las calles y carreteras están destruidas y las tierras que antes lo producían todo, ahora están abandonadas y llenas de plaga. No estamos exagerando, lo hemos visto personalmente y las fotos de los que visitan nuestro país, dan fe de la hambruna que existe y han oído gritar a alguno: “Aquí lo que hace falta es “jama” (comida)
Ap. Florentino Almeida
Pensamiento: Pero la carencia de alimento que está matando a este mundo, es la del alimento espiritual.
Querido Apóstol aquí estoy de regreso y con mucha alegría leyendo y gozandome con su bello escrito y aun que es verdad que nunca pase hambre si nuestra llegada ala gran ciudad pasamos muca estreches, pero gracias a Dios ya esos tiempos pasaron y estamos en los tiempos de las vacas gordas. Que pasen un feliz sábado dele nuestro abrazo sincero y cariñoso a nuestra querida Mirtha y usted nuestro cariño y admiración de siempre ,un abrazo